2.27.2016

SOBRE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES PATRONALES URBANOS EN TEGUCIGALPA Y SU RELACIÓN CON EL CAPITAL


Por: Isaac Jacob Trejo Toro


INTRODUCCIÓN 

El presente ensayo pretende exponer ciertos movimientos sociales urbanos de carácter patronal en Tegucigalpa responden a la reproducción misma de la fuerza de trabajo y el proceso de sobre-explotación para el capital al entrar en la dinámica de autoconstrucción en varios casos para el consumo colectivo en sus barrios o colonias. 

Para este ejercicio se toma como modelo de estudio, en primer lugar, el trabajo sobre los movimientos sociales urbanos de Manuel Arguello a modo inicial de determinar el carácter de tales movimientos sociales urbanos. Por otra parte con el objeto de entender la relación entre auto-construcción, auto-consumo colectivo, servicios urbanos y el capital con sus principales componentes se toma como referencia teórica el trabajo de Henri Coing sobre los servicios urbanos, pero más específicamente, su análisis sobre “auto-construcción. 

Se toman para este análisis el movimiento del “patronato en Pro del mejoramiento de ciudad Kennedy”, el movimiento del patronato de residencial plaza, el movimiento urbano del patronato de la colonia Las Palmas, Los Llanos y Santa Isabel. Todos estos dándose en Tegucigalpa y seleccionados con la intención de compararlos según sus demandas, acciones y particularidades especificas.

De estos movimientos urbanos se expondrán específicamente sus últimas manifestaciones, las cuales en algunos casos serán atendidas por el estado y se interpretara tal dinámica según el planteamiento de Coing para luego en lo que resta solo concentrase en los movimientos que el estado no atendió, y que por ende, sus habitantes solventan por su propia cuenta sus déficits de servicios mediante la organización en tales barrios y colonias. 
En estos casos, particularmente el análisis se concentrara precisamente en los servicios que estos habitantes auto-satisfacen a la ausencia del estado. Finalmente, este ensayo concluye con las correspondientes conclusiones.

MOVIMIENTOS SOCIALES PATRONALES URBANOS EN TEGUCIGALPA Y SU RELACIÓN CON EL CAPITAL


De acuerdo con Willson Bryan Key muchos movimientos tanto urbanos, como no urbanos, nacen espontáneamente y a la vez motivados por ciertas carencias o necesidades. Sin embargo, la espontaneidad como tal no se ha dado de manera estricta en los movimientos patronales de Tegucigalpa aquí expuestos, sus luchas por las mejoras de las calles o sus demandas por mayor seguridad frente a la delincuencia tienen antecedentes en algunos casos de hasta décadas, y por tanto, no se podría hablar de una espontaneidad inmediata, sino de una tendencia de estos movimientos a abandonar y retomar las luchas periódicamente. 

El abandono de tales luchas ha implicado la búsqueda por la auto-satisfacción de sus demandas mediante la organización con el fin de costearse financiera y logísticamente la producción de ciertos servicios urbanos exigidos en sus desbaratados triunfos. En el momento en que los habitantes del barrio o colonia comienzan a carecer de otros servicios o sentir el peso continuo, permanente y muchas veces creciente de las contribuciones monetarias que se ven obligados a dar al patronato para la realización de obras de construcción necesarias para el barrio o colonia. Es entonces el momento en que muchas veces los pobladores han consensuado en sus reuniones patronales el retomar la presiones sociales como movimiento.

Antes de caracterizar teóricamente estos movimientos, es necesario exponer a cada uno de ellos junto al contexto en el que se han desarrollado y las características de sus luchas. Comenzamos exponiendo el caso del movimiento social patronal de la colonia Kennedy por la pavimentación de varias de sus calles: se dio por última vez en el año 2010, varios de los habitantes y miembros del patronato se tomaron varias calles de la zona dos de la colonia Kennedy por 12 días. Exigían la pavimentación de varias calles para evitar problemas de salud principalmente ocasionados por el polvo en esas calles de tierra en el verano, y la insalubridad de los charcos de lodo y agua sucia en el invierno. La respuesta de la municipalidad no fue inmediata pero a finales del año 2010 y comienzos del 2011 se ha pavimentado una de esas calles (no con asfalto, sino con concreto), la otra está casi por terminar. Cuando la demanda de este movimiento patronal fue atendida, la lucha se dio por concluida.

Movimientos patronales en colonia Las Palmas y Santa Isabel sobre la pavimentación de las calles: es un barrio marginal, el barrio Santa Isabel es considerado parte de Las Palmas debido a su pobre extensión (2 cuadras), no hay calles que les dividan, el panorama físico es idéntico, ambos comparten la misma salida al bulevar Centroamérica, comparten el mismo patronato (aunque muchos de sus miembros dicen representar a al barrio Santa Isabel), las acciones de ambos barrios han sido conjuntas.

La exigencia fue la pavimentaron del barrio Las Palmas en general (es un barrio con calles de tierra). Se realizaron entonces muchas mediadas de presión social desde la toma del bulevar Centroamérica, hasta la obstrucción del tráfico vehicular al interior de del mismo barrio. Sus medidas de presión oscilaron entre 7 a 10 días paulatinamente. La alcaldía respondió a las exigencias de este movimiento en plena campaña electoral del año 2009 pasando una aplanadora días antes de las elecciones, pero de esa acción no se paso a mas de parte de la alcaldía. Fue entonces donde el movimiento abandono la lucha y se decidió optar por la modalidad de que la pavimentación seria costeada vía la aportación monetaria, logística o en trabajo por cada habitante de tales barrios. 

Hasta este año se ha pavimentado con concreto más de 150 x 3 metros en una calle del barrio Las Palmas. Quienes pueden de sus habitantes dan una cantidad monetaria equivalente al área frente a su vivienda y la de su vecino del lado. Los pocos que no pueden pagar monetariamente, prestan sus herramientas de construcción como ser carros, materiales de construcción, o trabajan directamente en la fundición de la calle. Pero sucede lo siguiente: en meses de lluvias las corrientes de agua bajan de los cerros lodosos y en cuestión de días deterioran y dañan el concreto. Por esa razón construcción y mantenimiento de las calles ha sido permanente en ese barrio desde hace tres años, y por tanto, las aportaciones tanto monetarias, logísticas o de trabajo son permanentes.

Movimiento patronal de Residencial Plaza por la seguridad: la última manifestación de este movimiento fue el año 2010 y comienzos del 2011, se da en reacción a la multitud de asaltos que se dan en esa colonia, entre ellos cuatro asesinatos de residentes de la colonia. Sus acciones de presión fueron desde la toma de calles en la colonia, la publicidad del estado de inseguridad que se vive en la colonia por medio de afiches, declaraciones por la prensa, radio y programas de televisión. Se exigía la creación de una posta policial y su continua vigilancia hacia los habitantes de la colonia. 

La municipalidad respondió a las demandas de este movimiento con patrullajes continuas durante unos días. En ese tiempo las presiones del movimiento terminaron definitivamente. Se consensuo la decisión en una reunión del patronato contratar servicios de seguridad privados en varios sectores de la colonia, siendo estos pagados por entre los habitantes mensualmente. Ahora en Residencial Plaza hay vigilancia privada día y noche y la lucha no se ha vuelto a retomar. 

El movimiento patronal de la colonia los Llanos por el bacheo de la calle principal: comenzó a mediados del año 2010, su demanda era únicamente el bacheo de su calle principal de entrada a la colonia. Sus formas de presión social variaron (luego de agotar las instancias del formalismo legal) desde los plantones con carteles a orillas del puente, hasta la toma completa de dicha calle obstaculizando el tráfico vehicular. Estas medidas de presión duraron casi un mes. La alcaldía respondió a la demanda de este movimiento y así concluyeron con su lucha.

Es importante notar que pese a que esto movimientos anteriormente expuestos, sus situaciones no se prolongan por mucho tiempo, se han originado con otras o con las mismas demandas. Por ejemplo, en la colonia los Llanos una de sus demandas anteriores a la del bacheo fue la de mayor seguridad, la cual no se logro alcanzar y por esa razón varias zonas de la colonia han sido bloqueadas por parte de los habitantes con portones cerrados y cercos de seguridad de las cuales los vecinos poseen llaves del portón de entrada.

Habiendo ya expuesto cada caso de los movimientos aquí tomados se necesita definirlos a la luz de la teoría. Cada uno de estos movimientos sociales se refleja analíticamente en la definición propuesta por Manuel Arguello sobre los movimientos sociales urbanos. De acuerdo con esta definición un movimiento social urbano es un conjunto de diversas formas de lucha para mejorar la calidad de vida de los pobladores de la ciudad. Intentan cambiar la calidad, cantidad y la localización de los objetos que aglomerados sobre un territorio específico determinan las condiciones. 

Como lo muestra esta definición los movimientos sociales patronales mencionados, tienen un conjunto de formas de lucha: vemos que sus formas de acción varían de acuerdo a la atención que la autoridad les presta. Buscan mejorar la calidad de vida: lo común que se encuentra en los contenidos de estos casos patronales vistos es las demandas por las mejoras de las calles de su barrio o colonia, y esto no necesariamente con la intención de que el barrio o colonia de una mejor imagen estética, sino, evitar y prevenir los problemas de salud que devienen de el mal estado de las calles (en el caso de los barrios Santa Isabel, Las Palmas y la colonia Kennedy), la disminución del tráfico vehicular y evitar los daños que el mal estado de las calles provoca en sus vehículos (en el caso del movimiento en los Llanos). 

La seguridad es también un término relacionado con la mejora de la calidad de vida (la seguridad fue el objeto de los habitantes de residencial Plaza, y en su momento, de los habitantes de los Llanos). Siguiendo con la definición de Arguello, los movimientos sociales urbanos se clasifican según sus objetivos: de la lista de características de objetivos que el autor ofrece, se identifican dos de acuerdo a los movimientos tomados en este trabajo. 

Así como a los barrios de Santa Isabel, Las Palmas, así como las colonias Kennedy y los Llanos corresponde la clasificación de movimientos patronales por el mejoramiento de las condiciones de las calles o vías de acceso a las residencias o barriadas. Mientras que en el caso de residencial Plaza corresponde la clasificación de movimiento patronal por la seguridad de sus habitantes.

¿Qué pasa cuando las demandas de estos movimientos patronales no son atendidas por las instituciones del estado y por tanto, el movimiento se resigna al fracaso de sus metas? Como lo muestran los resultados en los que han terminado cuatro de los cinco movimientos patronales expuestos aquí, se resignan y optan finalmente por satisfacer esas necesidades colectivas por cuenta propia organizándose para distribuir el costo. ¿Cómo interpretar el hecho de que este conjunto de individuos organizados responden a tales necesidades por cuenta propia?

Para sacar a flote lo implícito de este fenómeno el trabajo de Henri Coing sobre la auto construcción en barrios y colonias es una forma profunda de analizar esta dinámica. En todos los casos de movimientos patronales anteriores excepto el de los Llanos y el de la Kennedy, se puede hablar de auto-construcción colectiva para el consumo colectivo. Parques, lugares de recreamiento, alumbrado público, infraestructuras en zonas residenciales, etc. Son considerados desde varios enfoques de la sociología urbana como bienes de consumo colectivo30. Por tanto, auto-construcciones de pavimentación de calles en ciertas colonias son considerados bienes de consumo colectivo. 

Un servicio de uso colectivo lo son también los servicios de seguridad ante la delincuencia en determinada colonia o barrio. Expone Coing sobre el paradigma de los medios de consumo colectivos dentro de los servicios urbanos, que es un lente teórico que interpreta la hay entre el estado y el capital, donde el estado vela por el funcionamiento eficaz del aparato productivo para proveer ciertos bienes y servicios necesarios para la producción y reproducción del capital alejados de poder ser ofrecidos por el sector privado. Sin embargo el autor cuestiona este paradigma porque promueve o tiende a globalizar el término de inversiones indirectamente productivas a muchos servicios sociales lo cual no necesariamente tiene que vincularse al estado en la inversión capitalista de producción, sino que perfectamente pueden entrar variables éticas y morales de derecho internacional. 

Sin embargo, dicho paradigma es útil para entender ciertas particularidades como son las demandas atendidas por el estado de los movimientos patronales como lo son los de la colonia Kennedy y los Llanos. En primer lugar, las demandas de mejoramiento de las calles en ambas colonias fueron razonables según una lógica de circulación económica. 

La colonia Kennedy es caracterizada como una zona comercial donde empresas transnacionales como nacionales ya sean de servicios o productos domésticos de diversos rubros se sirven de la rentabilidad de la zona. Por tanto, resulta productiva la inversión en un área o zona productiva, y por otra parte, resulta improductivo no solo el hecho de no invertir, sino la presencia de eventualidades que obstruyen la circulación libre de la actividad económica. 

En el caso de las demandas atendidas al movimiento patronal de los Llanos por el bacheo de su calle principal, no se trato nunca de una demanda grande, tampoco de una zona productiva, pero el hecho de que tal colonia conecta con muchas otras como lo son: Alemán, Monte Rey, La Popular, etc. Hasta llegar al otro extremo del anillo periférico remite la responsabilidad prioritaria al estado de tener libres vías de acceso alternativas en Pro de evitar el congestionamiento vial en el anillo periférico a fin de no empeorar la circulación del transporte, lo cual es un bien complementario en el ámbito productivo. 

Hasta aquí, en este tipo de demandas de los movimientos patronales podría trastocar el paradigma de los medios de consumo colectivos y su énfasis en la relación entre el estado capitalista y el capital.


Comparando estos casos con los casos de los barrios Santa Isabel y las Palmas, vemos que en desde el momento en que el estado se ausenta, el movimiento social patronal en Pro del mejoramiento de las calles se resigno al fracaso tomando la iniciativa de construir por cuenta propia de los habitantes organizados en ambos barrios los costos y trabajo de mejorar las calles de sus barrios.

Los barrios de Santa Isabel y las Palmas son barrios marginales donde no hay una actividad comercial significativamente importante en comparación con la colonia Kennedy, tampoco hay un vínculo relevante de conexión vial con zonas importantes, por tanto, se torna irrelevante e improductivo invertir en zonas poco productivas. 

Esta indiferencia estatal hacia ciertos barrios o colonias no solo se da en aspectos de mejoramiento vial, un lugar podría ser significativamente productivo pero sus demandas improductivas según la lógica de la relación entre el estado capitalista y el capital señalado en este paradigma. Por lo tanto, las demandas de un movimiento patronal que no estén en sintonía con esta lógica no son atendidas. En el movimiento patronal de residencial Plaza como vemos, se exigió seguridad, como en muchas otras colonias y barrios en sus momentos dados, siendo esta colonia una zona que anexa con lugares importantes (bulevar Centroamérica, la Joya, la Kennedy, etc.). 

Ahora vemos como la resignación al fracaso de muchos de estos movimientos sociales patronales les empuja a sus miembros a satisfaces sus propias necesidades, las cuales normativamente corresponden al estado, tanto de seguridad, como en el mejoramiento de las calles (prevención de enfermedades, congestionamiento vial y daños a los vehículos).

Entra entonces aquí interpretar esa tendencia de los habitantes de ciertos barrios y colonias de satisfaces colectivamente sus correspondientes necesidades de consumo colectivo.
De acuerdo con el punto de vista de Henri Coing sobre la auto-construcción, esta actividad así definida es un encubrimiento de la continuidad de la sobre-explotación a los explotados por parte del capital en el momento en que aparenta ser un bien disociado del proceso de producción capitalista31. El concepto de auto-construcción hace regencia a los individuos que destinan parte de su fuerza de trabajo en apariencia a su propio bienestar, es decir, a al auto-construcción para el auto-consumo.

Señala Coing, que en el sistema esclavista el amo debía velar por la salud y vida de sus esclavos, sin embargo, en el sistema capitalista el capitalista dueño de los medios de producción se desprende de esta responsabilidad para con sus trabajadores explotados bajo la apariencia de libertad de contrato laboral en el que el explotado ahora se cuida a si mismo y a su familia. La vivienda, como también los bienes básicos de consumo tanto individual, como también colectivos son vistos como condiciones necesarias para reponer la fuerza de trabajo del trabajador explotado. 

Ahora al entender que la búsqueda de bienes necesarios para subsistir o la mejora de las condiciones de vida como lo es el auto-empleo para una auto-construcción implica una búsqueda en la cual el individuo pretende cuidarse a sí mismo y a su familia, es decir, sigue cumpliendo el mismo proceso de explotación en el momento que busca reponer y reproduce su fuerza de trabajo. Como señala Coing: que parte del proceso de explotación no ocurre en la fabrica, acontece en el aparente tempo libre donde el explotado cuida de si mismo regenerando su fuerza de trabajo que al final el capitalista se adueña de ella sin pago alguno (Coing, los servicios urbanos/ auto-construcción,). 

Por último, cuando el costo de la aparente auto-construcción para el auto-consumo colectivo de los explotados es elevado, estos se ven envueltos en la necesidad de ampliar su ornada de trabajo para lograr abarcar la atención de esas necesidades. Volvemos entonces a tomar los movimientos sociales patronales anteriormente expuestos para su comparación e interpretación: los movimientos sociales patronales de los Llano y la Kennedy obtuvieron la satisfacción de sus demandas por parte del estado, pero los movimientos restantes (las Palmas, Santa Isabel, Residencial Plaza) son en lo que vimos la auto-satisfacción de sus necesidades colectivas. 

En unos vemos como exclusivamente dan una porción de monetaria de su salario para la construcción de determinados servicios y bienes necesarios para el cuidado de si mismos como el consumo colectivo (caso exclusivo del movimiento patronal de residencial Plaza en el servicio de seguridad). Sin embargo, aun no siendo autoempleo, sino una contribución monetaria de un porcentaje del salario de cada habitante de la colonia, explica Coing basado en la teoría de Marx, que aun el salario es tan solo parte del producto constantemente creado por el obrero, la que transforma en medios de subsistencia y que este hecho se presenta como reproducción y ampliación de las condiciones de reproducción y acumulación que no son suyas pero pertenecen al capital. 

Vemos entonces aquí, como bajo la apariencia de auto-satisfacción de necesidades de seguridad para el bienestar propio de los habitantes de colonias como esta creyendo que esta acción no es relacional con el capital mismo, se cumple entonces de esta forma con el proceso de sobre-explotación de los habitantes. No resulta extraño por ende, la tendencia de estos habitantes que venden su fuerza de trabajo tanto física, como intelectual, a buscar en su mayoría hacer horas extras (ampliación de la jornada de trabajo) o buscar modalidades de mayor ingreso como el doble-empleo (ampliación de la jornada de trabajo), de esa forma siguen encerrados en la dinámica funcional del capital de la sobre-explotación.

El caso de los movimientos patronales de los barrios Santa Isabel y Las Palmas no es distinto al del movimiento patronal de residencial Plaza, solamente varían en las demandas y por tanto, de la auto-construcción especifica del bien de consumo colectivo necesitado (en estos dos casos, el mejoramiento de las calles), también varia en su relación más directa con la fuerza de trabajo no pagada por el capitalista, ni por el patronato orientada aparentemente al auto-consumo. Como se expuso anteriormente, al resignarse el movimiento a su fracaso, el patronato que vela por los dos barrios decide junto a sus habitantes la pavimentación con concreto de estos barrios costeados financieros, logísticos y laboralmente por todos sus habitantes. 

Unos se ofrecen como trabajadores, lo cual como señala Coing, se trata de una búsqueda de mejores condiciones de vida (auto-construcción) pero que implícitamente conlleva a la preproducción y reposición de la fuerza de trabajo, la cual no es pagada por el capitalista ya que es parte del mismo proceso de explotación, es continua y permanente ya que el proceso de mantenimiento y construcción de la pavimentación de las calles de las Palmas y Santa Isabel es continuo y permanente por las condiciones geográficas y meteorológicas que deterioran los trabajo ya realizados. La población mayoritaria económicamente activa en estos dos barrios son empleados de empresas comerciales y servicios (38%), en áreas de industrias un 22% y los demás dedicados a la economía informal.

Mientras otros habitantes de estos barrios contribuyen monetariamente a la pavimentación de las calles, lo cual es igual al caso de los habitantes de residencial Plaza que pagan un porcentaje de sus salarios o ingresos para el pago de servicios de seguridad. Esta forma de auto-satisfacción de necesidades de servicios de consumo colectivo como se explico antes, es en realidad parte del proceso de sobre-explotación capitalista. 

El punto de vista de Henri Coing sobre la relación entre auto-construcción resulta útil hasta ciertos patrones de las dinámicas de auto-construcción, pero en patrones como ser la colaboración logística para la auto-construcción por cierta porción de habitantes de las Palmas y las Santa Isabel, donde el concepto apoyo logístico se refiere a la contribución de muchos de estos habitantes al prestar sus herramientas de trabajo (aun no prescindiendo de ellas por tener un trabajo formal) como ser piochas, palas, etc. Como carros para cargar materiales, etc. 

Aquí es extremadamente difícil encajar este enfoque de relación entre auto-construcción y reproducción de capital, a juicio mío, por el hecho de que el préstamo de la logística no viene siendo algo que gaste fuerza de trabajo en el momento o gaste un porcentaje de salario a quien lo presta. Mi posición a este respecto seria que aun cuando el uso de esa logística prestada gastara la vida útil de las mismas y que quien la presta por lo general no prescinde de ellas en ese momento para subsistir, no presenta una forma de sobre-explotación y reproducción del capital.


CONCLUSIÓN 

De acuerdo con las teorías aquí trabajadas, los movimientos sociales patronales que tomamos, en sus demandas, no necesariamente atendidas por el estado, son funcionales al capital mismo en el momento en que el auto-empleo o pagos de bienes de servicios de consumo colectivo orientados por la auto-construcción para el consumo de servicios colectivos implica la renovación de la fuerza de trabajo, la reproducción y ampliación de las condiciones de reproducción y acumulación de capital.

 Este proceso de sobre-explotación es encubierto bajo la forma de aparente del libre contrato laboral. En los casos en los que el estado ha satisfecho las demandas de servicios de consumo colectivos de ciertos movimientos sociales patronales, el Estado capitalista cumple allí con su funcionalidad de proveedor de ciertos bienes y servicios que benefician al aparato productivo. El Estado capitalista atenderá demandas de movimientos sociales patronales siempre y cuando estas sean razonables con la lógica de la producción económica.


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